viernes, 1 de noviembre de 2013

Capítulo 8:

(...) Dani se iba a ir ya, pero instintivamente le dije: ''Quédate, mis madres todavía tardaran en venir''.

***
A Dani se le puso una sonrisa picarona, y yo como una tonta se la devolví, nos sentamos en el sofá y comenzamos a besarnos, la temperatura empezaba a subir, cada vez más, no podíamos controlarnos, nos atraíamos demasiado, y acabamos haciendo el amor en el sofá, luego el se fue a su casa y yo me fui a dormir, estaba rendida.

Al día siguiente me desperté temprano y me fui a la ducha, al salir me conecté a twitter y vi que Dani había subido una foto haría unos 10 minutos y aparecía con Carolina besándose, y de título. ''Te amo demasiado''.
En ese momento sentí una impotencia y una rabia por dentro imposible de descrifrar, estaba tan cabreada que llamé a mi madre para decirle que ese mismo día cogía un avión para volver a mi casa.
Llamé a mi padre para comunicarle que me iba, al principio se entristeció un poco pero le dije por escusa que quería ir a las fiestas de mi pueblo, y sino no llegaría a tiempo. El accedió, hice mi maleta lo más rápido posible, puse un tweet con una indirecta muy directa, ''Gracias por joderme la vida, te odio''. Me metí en el avión y todo el camino iba pensando en la noche pasada y en todo, y en lo cabrón que había sido Dani, lo odiaba con todas mis fuerzas.

Llegué a A Coruña y me cogí un autobús con dirección a mi pueblo, al llegar allí estaban mi madre y mis abuelos esperándome con los brazos abiertos, los recibí fríamente, estaba tan dolida que no quería ver a nadie, me metí en mi habitación, cogí el ordenador y entre en facebook, puse un estado ''De vuelta en casa''.
Enseguida me sonó el teléfono eran mis amigas Iria y Blanca, mis amigas de toda la vida, que con este tiempo en Madrid las había dejado un poquito de lado y hacía mucho que no hablaba con ellas, quedé esa tarde con ellas para charlar y desahogarme.

Cuando llegué al parque de siempre allí estaban ellas, enseguida corrieron a saludarme, estaban muy bronceadas, comparado conmigo, que parecía una momia.
Les conté lo bien que me lo había pasado y les conté lo de Dani, ellas se habian quedado petrificadas y enseguida le pillaron un asco a Dani, los días pasaban y yo seguía muy metida en mis mierdas, había comenzado a fumar, me lo había recomendado Blanca, que decía que te relajaba, y en cierta medida sí.

Uno de esos días me quedé en casa y mi padre llamó, quería decirme que vendrían la semana que viene para las fiesta y que se quedarían en una casa rural que había en el pueblo, eso me alegro mucho, los echaba de menos. También me dijo que los chicos y Dani habían preguntado por mí, a lo que yo no le contesté y rápidamente colgué. En mis pensamientos solo estaba el echo de que tenía la poca dignidad de preguntar por mí. Cada segundo lo detestaba más.

Llegaron las fiesta de mi pueblo, ese día hicimos una comida familiar en mi casa, yo estaba distante, todos lo notaban, pero nadie se atrevía a decirme nada. 
Hasta que después de comer Silvia quiso ablar conmigo en privado, tenía bastante confianza con ella como para contarle mis cosas, nos sentamos en una mesa que estaba en el jardín trasero de mi casa, ella se puso seria y fue directamente al grano. 

Silvia: ¿Qué pasó la noche en la que fuimos a celebrar tu padre y yo nuestro aniversario?
____: Nada...
Silvia: _____, no soy tonta, algo ha pasado para que te fueras así y te volvieras tan fría, mirate, no eres la misma chica que hace a penas dos semanas.
No pudé evitarlo y me puse a llorar, ella me dió un abrazo, y yo intentando parar de llorar se lo conté. "Esa noche Dani vino a mi casa, lo hicimos y se fue, al día siguiente subió una foto liándose con su novia y diciéndo lo mucho que la ama". Vi como los ojos de Silvia se habrían de par en par y rápidamente me dió un abrazo y me estubo consolando, yo porfavor le pedí que no contara nada a nadie, y menos a mi padre, y ella me lo prometió. 

Pasaron las fiestas y mi padre y Silvia de fueron, junto con Diana, los iba a echar tanto de menos...

*Narra Silvia*

No me lo podía creer, lo que le había echo Dani a ___ era una canallada, me daban ganas de coger y cantarle las cuarenta, pero de lo había prometido a ella y no podía fallarle.

Al llegar a Madrid, nos cruzamos con los chicos y le dije a Roberto que subiera las cosas que yo y Diana esperaríamos a que subiera las maletas, el accedió y cuando se fue en el ascensor, me giré y miré a Dani con una cara de asco y odio terrible, fuí directa y le dije "Eres un niñato y un cerdo, no quiero que te vuelvas a acercar a ____ jamás, ¿me has oido? El simplemente agachó la cabeza y accedió, los chicos se quedaron atónitos mirando a Dani y a mi ya que no entendían nada. Me dí la vuelta y subí con Diana por las escaleras. 
















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