viernes, 8 de noviembre de 2013

Capítulo 17:

Bagaba por las calles de Madrid comprando todo lo que necesitaba, me paré enfrente de un cartel que ponía que necesitaban modelos de 17-20 años. Se me pasó por la cabeza la idea de apuntarme, ¿Por qué no?. Apunté los datos en mi móvil y ya llamaría por la tarde. 


***

Llegué a mi casa, dejé las bolsas en la cocina y decidí limpiar un poquito la casa para cuando vinieran los invitados. 
Comimos algo ligerito y después sentí como mi teléfono estaba sonando, fuí a cogerlo y era Dani, yo rápidamente le contesté. 

Dani: Buenas princesa. 
_____: Hola mi rey, ¿Me recoges a las 12:30.
Dani: Por supuesto, tengo ganas de verte. 
_____: Y yo. Te quiero. Hasta por la noche.
Dani: Hasta por la noche mi vida, te quiero.

Pasaron las horas y ya eran casi las diez de la noche, yo llevaba este vestido puesto para la cena, ya que para salir tenía otro y así no mancharía ese. 

Fuí a saludar, al parecer estaban la hermana de Silvia junto a su marido (Ana y Eduardo) y su hijo Raúl, que debería rondar los 24 años y era bastante guapete. También vinieron los padres de Silvia (Juan y Lola).

Me sentía incómoda, el chico este no dejaba de mirarme y me intimidaba, después de tomar las uvas Iria y yo nos fuimos a cambiar para la fiesta, yo me puse este vestido. 
Cuando íbamos a irnos Silvia me paró para preguntarme si su sobrino Raúl podría acompañarnos a la fiesta, a mí no me hacía mucha gracia, no me agradaba, pero al final acepté por ella.
Antes de salir guardé el colgante en mi bolsito para al llegar a la fiesta darselo a Dani.

Salimos por la puerta y abajo estaban los chicos, y una chica, supuse que sería la novia de David porque iban agarrados de la mano, y ya la viera la otra noche, se llamaba Elisa. 

Dani al vermos aparecer con Raúl no puso muy buena cara, pero al resto pareció agradarle, llegamos a la discoteca. 

Llegamos y había mucha gente, estaba abarrotado, entramos en la sala Vip con los chicos, había bastantes famosos, nos sentamos en una mesa y pedimos para beber. 

Yo quise sacar a bailar a Dani, cuando él me agarraba de la cintura yo apeobeché para sacar el colgante.
Dani: ¿Y ese colgante?
_____: Es para ti. 
Dani: ¿Enserio? Muchas gracias.
_____: Dani, el día que no quedé con vosotros para ir al cine fue porque quería comprartelo. 
Dani: No pasa nada, enserio, es precioso, te amo. 
_____: Yo también te quiero. 

Estuvimos divirtiéndonos toda la noche, yo no bebí mucho, pero sí que iba un poco contenta, cuando ya eran las ocho de la mañana decidimos irnos, al salir de la discoteca estaba amaneciendo. Pillamos un taxi y nos fuimos, Iria y Raúl se fueron a mi casa y como en mi casa no había más sitio me quedé en casa de Dani, bueno, sinceramente también prefería quedarme con Dani.  

Tuvimos otra noche, vi que Dani se había quedado dormido, yo acariciaba su pelo mientras dormía, y analizaba cada uno de los rasgos de su cara y cuerpo, era perfecto, tanto como persona que fisicamente, tenía miedo de perderlo, ya que hasta dentro casi siete meses no nis volveríamos a ver, y sabía que en ese tiempo podían suceder muchas cosas, no era desconfianza lo que sentía, sino me sentía mal, como si por mi culpa pudiera no realizar su sueño de una manera en la que yo no supusiera un lastre, porque así me sentía yo.

Nos despertamos cerca de las siete de la tarde, nos despertó el timbre, yo fuí a abrir, vagamente me asomé a la puerta y vi que eran los chicos e Iria, y que también venía Raúl, los hice pasar y fuí a despertar a Dani, al principio no le hice caso, me puse a hacerle mimos por toda la cara hasta que abrió los ojos y mostro una gran sonrisa.
Dani: Voto porque me despierte todos los días a tu lado y así.
____: Yo también voto por eso. -Se me oba a escapar una lágrima, pero opté por una sonrisa, ya que no quería entristecer a Dani. 
No nos dimos cuenta pero los chicos estaban en la puerta descojonandose de nosotros, a lo cual les empezé a torar los cogimes y la almohada. 

Fuimos al salón y Carlos se puso a hacer un chocolate caliente y sacaron unos churros y unas porras. Blas estaba en la cocina vigilando que Carlos no la armara, ya fuera suficiente con lo de la última vez. 

Nos sentamos todos en la mesa del salón mientras veíamos la televisión, noté a Iria un poco desanimada, así que le hice un gesto para que luego hablaranos, sabía que algo no iba bien. 

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